TEMPERAMENTO El temperamento es el carácter, la manera de ser, de reaccionar o de conducirse de una persona. También es la vocación o aptitud que alguien manifiesta para un arte u oficio o la capacidad para superar las dificultades. La palabra proviene del latín temperamentum. El temperamento supone la capa instintivo-afectiva de la personalidad, y sobre esta, y con intervención de la inteligencia y la voluntad, será modelado el carácter de la persona. A su vez, el carácter y el temperamento serán los que definirán nuestra personalidad. CARACTER El carácter de una persona resume la manera en la que esta persona reacciona habitualmente frente a una situación dada, en cierto tipo de circunstancia. Y la forma de expresar esta manera de reaccionar, es señalando que la persona posee tal o cual perfil, característica o inclinación. Por ejemplo, se dice de una persona a quien le gusta servir y ayudar a otros, que la misma es generosa, altruista, bondadosa, y/o servicial. Y ...
John Stuart Mill fue uno de los filósofos más influyentes en el pensamiento occidental y en posterior desarrollo de la Psicología. Además de ser uno de los referentes de la última fase de la Ilustración, muchos de sus planteamientos éticos y políticos sirvieron para dar forma a los propósitos de la ciencia de la conducta y a las ideas sobre la idea de la mente. A continuación daremos un repaso resumido a la teoría utilitarista de John Stuart Mill y su pensamiento. La psicología de J. S. Mill es de carácter netamente asociacionista; siguiendo las tendencias iniciadas por Hartley y Priestley y consecuentemente desarrolladas por el utilitarismo, Mill concibe los hechos psíquicos como estados elementales a cuya unión se otorga un carácter substancial, sin que sea lícito, por otro lado, averiguar el fundamento de semejante substancia, pues el psicólogo debe atenerse pura y exclusivamente a las relaciones entre estados mentales elementales y a la formulación de las leyes correspondi...
EL DESARROLLO DEL LENGUAJE 1. El periodo preverbal o prelingüístico Al principio de la vida los bebés emiten sonidos cada vez más comunicativos y cercanos al lenguaje. El habla maternal o maternés, caracterizada por un ritmo más lento, repeticiones frecuentes, frases más cortas, simplificación gramatical y una pronunciación clara, puede resultar de ayuda en el desarrollo progresivo de la comprensión lingüística del pequeño. Las interacciones preverbales entre el bebé y otras personas son calificadas como protoconversaciones porque tienen una estructura similar a la de los diálogos. Este antecedente del lenguaje es complementado por respuestas no verbales como los gestos manuales o las expresiones faciales. Entre los signos prelingüísticos destacan los “protos”. Los protoimperativos aparecen hacia los nueve meses; el bebé señala un objeto para indicar a otra persona que lo quiere. Hablamos de protodeclarativos, que se desarrollan a los doce meses, cuando un gesto simila...
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